Escribo desde chico, en ese entonces no
sabía bien por qué lo hacía, y la verdad es
que creo que aún no lo tengo muy claro.
De hecho, nunca me he cuestionado mucho
por qué escribo, ni qué significa ser escritor.
Creo que quizá la pregunta en sí nunca
me ha interesado demasiado o me ha
parecido innecesaria. Sólo sé que cumple
con alguna necesidad elemental en mí
que aparece de vez en cuando, así como la
sed o el sueño. Le hago caso a ese impulso
cuando surge.
Hay algo único e irreproducible cuando
uno está solo escribiendo, sin la necesidad
de un lector, y cuando en cierto momento
uno logra desconocerse en un texto que
acaba de escribir. Quizá hay algo ahí. |