Nací en la ciudad de Goiânia, muy lejos de la
Costa, y a principios de los años ochenta me
mudé a Río de Janeiro. Salí de mi casa tan solo
con mi desfachatez y mi valentía, sin conocer a
nadie allá en Río, movido nada más por el deseo
de convertirme en escritor. Tenía 18 años y toda
la esperanza que alcanza a caber en un corazón
adolescente.
Cuando dejé mi casa estaba dividido entre dos sueños: hacerme escritor o jugador profesional de futbol. Recibí una oferta para firmar un contrato con un gran equipo de São Paulo, pero la rechacé. El sueño de ser escritor venció al otro y me lancé a esa aventura que, en cierto modo, sigo viviendo hoy: la de contar historias de papel y tinta para personas que no conozco y que, por eso mismo, viven conmigo todos los días, en cada renglón que escribo.
Entre novelas, ensayos, colecciones de cuentos y crónicas, he publicado 16 libros. Algunos de estos libros son para niños o jóvenes. También escribí dos guiones de cine. Parte de mi obra ha sido publicada en otros países, entre ellos Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Italia, Portugal, Alemania, Colombia y México.
Soy un contador de historias. Me agrada serlo. Estoy convencido de que el mundo necesita contadores de historias. De que estas nos ayudan a vivir.
Además de escritor soy profesor de literatura en la Universidad del Estado de Río de Janeiro. Y sigo jugando al futbol. De hecho, si quisieran invitarme a jugar en México, escenario de la histórica conquista de la mejor selección brasileña de todos los tiempos, aceptaría de buen grado. |