Guadalajara, Jalisco, a 01 de diciembre de 2024
Eduardo Matos y Leonardo Luján viajan a los orígenes de la arqueología mexicana
Los científicos presentaron el libro que muestra un recorrido al remoto periodo en que la arqueología de México daba sus pasos iniciales
Los arqueólogos mexicanos Eduardo Matos Moctezuma y Leonardo López Luján presentaron el libro Viaje a los orígenes de la arqueología mexicana, sus orígenes y proyecciones, editado por el Colegio Nacional, el cual ofrece un recorrido por el remoto periodo en que la arqueología mexicana daba sus primeros pasos, y destaca las ciudades que deslumbraron a los exploradores iniciales. La presentación tuvo lugar como parte de las actividades del programa de FIL Ciencia de la edición 38 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Matos Moctezuma describió que el libro incluye siete artículos, entre ellos, “De Sigüenza a Boturini: Dos caras de una misma moneda”, que analiza a dos figuras clave de la historia de México: Carlos de Sigüenza y Góngora, representante del siglo XVII, y Lorenzo Boturini, del siglo XVIII.
Sigüenza es un personaje fascinante. Aunque ingresó a la Compañía de Jesús, fue expulsado durante su noviciado y más tarde optó por el sacerdocio secular, lo que le permitió destacar como matemático, astrónomo y catedrático en la Real y Pontificia Universidad de México. En el ámbito cultural fue amigo cercano de sor Juana Inés de la Cruz, a quien ayudó a diseñar un arco alegórico para recibir al virrey Conde de Paredes y Marqués de la Laguna. Este arco, a diferencia de otros que recurrían a motivos grecolatinos, incluyó a los once tlatoanis mexicas, complementados con una figura adicional para lograr simetría. Es notable cómo en pleno periodo colonial se permitió representar símbolos mexicas en un evento oficial.
Sigüenza también incursionó en la arqueología, siendo pionero en la exploración de la pirámide del Sol en Teotihuacán. Según relata Lorenzo Boturini, Sigüenza intentó excavarla, aunque enfrentó resistencia del terreno. Este interés por los restos prehispánicos conecta a Sigüenza con Boturini, quien lo cita como referencia en sus escritos.
Lorenzo Boturini, nacido en 1702, llegó a la Nueva España en 1736, en plena transición de los Austrias a los Borbones. Su pasión por la historia mexicana lo llevó a coleccionar documentos antiguos y códices, fundando el museo Histórico Indiano. Devoto de la virgen de Guadalupe, planeó un homenaje monumental, solicitando permiso al Vaticano. Sin embargo, su proyecto enfrentó contratiempos burocráticos y legales. No haber pedido autorización al Consejo de Indias para viajar a América fue un error que lo llevó al arresto en 1743. Durante su encarcelamiento de diez meses, sus documentos fueron confiscados, y nunca logró recuperarlos ni concretar sus proyectos.
Por su parte, Leonardo López Luján explicó que otro capítulo del libro aborda el impacto de Herculano y Pompeya en la Nueva España. Las excavaciones en Herculano, sepultada por los lodos del Vesubio en el año 79, generaron relatos fascinantes. Cartas ficticias de 1748 y 1749 describen hallazgos en galerías subterráneas, como habitaciones amuebladas con riquezas espectaculares.
Carlos de Borbón, entonces rey de Nápoles y futuro Carlos III de España, impulsó estas excavaciones, encargándoselas al ingeniero español Roque Joaquín de Alcubierre. Este exploró el sitio como una mina, obteniendo bronces, mármoles y frescos destinados a decorar el palacio de Portici, en Nápoles. Las noticias de los hallazgos se difundieron rápidamente por periódicos y gacetas, llegando incluso a América y la Nueva España.
Fray Servando Teresa de Mier, en un gesto de orgullo nacionalista, afirmó que los hallazgos arqueológicos en México, como la Piedra del Sol, eran aún más importantes que los de Herculano y Pompeya, consolidando la conexión entre estas influencias arqueológicas y el contexto novohispano.
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